En un recorrido de introspección, la artista invita a conceptualizar íntimos detalles del contexto en el que vive con ciertos acentos en unos paisajes fueguinos atemporales.
Con la presencia de los pingüinos como sabios constructores de comunidad en un frágil ambiente constantemente amenazado, se propone un ejercicio de correlación entre bocetos y obra…entre el ayer y el hoy. La artista redefine su producción con el bagaje visual de sus orígenes en el dibujo.
Rumbos… miradas… lo natural y lo artificial en convivencia con lo no-dicho.
En contextos de aislamiento se producen cambios perceptibles e imperceptibles… y si bien el arte no es ajeno al contexto en el que se desarrolla, la muestra intenta trascender los profundos cambios que generó el año 2020 en las personas y en la forma en que enfrentamos la manera de relacionarnos, invitando a refrescar una mirada y un sentir con algo de esperanza.
El corpus de esta muestra incluye una selección de un libro de artista que fuera compilado originalmente a partir de 448 láminas de dibujo, el cual, debido al contexto conocido, debe ser exhibido bajo estrictos protocolos sanitarios.
Pintura y dibujo se cruzan, se retroalimentan y se citan para brindar a quien se anime a visitarla, una meditación visual.