Isla de los ESTADOS

 
 

Historia del correo

Por Humberto Brumatti

SAN JUAN DEL SALVAMENTO

Coincidente con la inauguración de las instalaciones de la subprefectura y faro en San Juan del Salvamento (1) , Correos y Telégrafos incluye a este lejano destino, entre los lugares donde enviaba correspondencia, tal como lo indica en su Memoria de 1884, utilizando el transporte de la Marina "Villarino", que ya realizaba las comunicaciones costeras patagónicas conduciendo pasajeros y carga. Además tenía a bordo una estafeta postal, atendida por un empleado, responsable de entregar y recibir la correspondencia en las poblaciones y parajes servidos.

Por decreto del 23 de abril de 1890 , el gobierno nacional nombró Gobernador de Tierra del Fuego al Dr. Mario Cornero, quién, mientras permanecía en Buenos Aires aguardando el acuerdo del Senado, que se produciría el 10 de junio y luego poder viajar a mediados del mes siguiente, se preocupa en conocer la realidad y necesidades existente en su nuevo destino. Así, entre diversas iniciativas y trámites que realiza, para proporcionar mayores adelantos y comodidades al territorio fueguino, obtiene la instalación del servicio postal en su territorio, mediante la creación por resolución del 25 de julio de 1890 de tres estafetas localizadas en, Ushuaia, San Sebastián y San Juan del Salvamento; estas dos últimas con carácter ad-honorem.

"El Factor de Correos", del 10 de agosto siguiente, publica:

" Creación de oficinas en San Juan de Salvamento, Ushuaia y San Sebastián, debiendo regentearlas, respectivamente, los señores Francisco Villarino, Arturo Coronado y José Porcel".

Como en otros casos ocurridos en aquel tiempo: Puerto Santa Cruz, Puerto Deseado y Río Gallegos, cuando en cada una de ellas se instaló una estafeta postal, se designó como administrador o encargado al subprefecto de la Subprefectura local, aprovechándose la presencia del citado funcionario, que pertenecía al gobierno nacional.

Aunque en esta circunstancia no se menciona, seguía vigente el espíritu de esas resoluciones anteriores , donde refiriéndose a la conveniencia de este tipo de nombramiento, se expresaba "por no asignar el presupuesto una partida para la creación de una estafeta en esa localidad, y que su población es tan escasa, que tampoco la requiere".

Cornero, en la "Memoria de la Gobernación de Tierra del Fuego" elevada al Ministro del Interior, firmada el 15 de abril de 1891, informa en el capítulo "Correos"

"Tampoco existía en Tierra del Fuego una comunicación directa con Buenos Aires. Eramos tributarios de Chile, pues las cartas iban y llegaban a Punta Arenas en donde se franqueaban con las estampillas de aquella República, interviniendo en todas las operaciones postales los empleados extranjeros. Esta irregularidad no podía subsistir y me bastó señalarla al señor Director General de Correos y Telégrafos, Dr. Zeballos, para que fuera subsanada en el acto, creándose las oficinas de Ushuaia, San Sebastián e Isla de los Estados"...."Estas estafetas prestan ya importantes servicios"...... la inauguración del servicio en Ushuaia se produjo el 6 de enero.

Estos últimos datos son importantes, porque determinan claramente que, el capitán de fragata Francisco Villarino fue el primer encargado de la flamante estafeta, pues está documentado que venía desempeñándose como subprefecto en San Juan del Salvamento desde 1886, permaneciendo en su puesto por lo menos hasta mayo de 1891.

Según el historiador Belza, el 5 de agosto de 1890, Cornero resolvió instalar una oficina policial en Puerto Cook, nombrando oficial interino al escribiente Colombres. Siempre refiriéndose a Cornero, asevera "El 6 de febrero de 1891 inauguró el servicio de correos desde la oficina de Ushuaia y más luego lo hizo organizar en San Sebastián e isla de los Estados por medio de la policía".

En el caso de San Sebastián, es real, porque Porcel era comisario de policía del lugar al momento de su designación como encargado de la estafeta. Pero nos surgen serias dudas respecto a la isla de los Estados, porque el nombramiento realizado por un poder superior al Gobernador, había recaído en Villarino, autoridad nacional del único centro poblado en la isla, quién continuaba allí al momento de iniciarse el servicio, resultando poco probable que no se respetara dicha resolución, cambiándolo por otra persona, situada en un paraje desierto, y alejado del anterior donde expresamente se había fijado el lugar de emplazamiento.

Enfermo, Villarino fallece en Buenos Aires el 29 de octubre de 1891, a los 55 años, dejando esposa y dos hijas casadas. Poco se conoce sobre él, pero basta saber que fue uno de aquellos primeros y esforzados marinos que contribuyeron a fijar la soberanía en nuestro Sur.

Mediante resolución firmada dos días después por el presidente Pellegrini, nombra en su reemplazo en la Subprefectura al capitán de fragata Carlos Méndez, como su antecesor, otro veterano de los tempestuosos mares australes, quién permaneció en el puesto hasta octubre de 1897, cuando pasa con iguales funciones a Río Gallegos. En su lugar, interinamente a cargo , quedó el auxiliar Militar, teniente de fragata Santiago Cressi, figurando en las listas de revista, que el puesto de subprefecto estaba vacante.

Esto último demuestra que no se cumplimentó en su momento, lo dispuesto por decreto del 26 de febrero de 1896, que disponía trasladar a Méndez, nombrando en su reemplazo al teniente de navío Tomás Alegre.

Tanto en las listas de oficinas de Correos y Telégrafos de los años 1895 y 1896, como en el Presupuesto General de la República Argentina para 1895, se menciona a San Juan del Salvamento, como la única estafeta existente en la isla.

Hasta ahora hemos encontrado pocos vestigios de la manera que funcionó allí el servicio postal. Para comenzar, su ubicación podía estar en el despacho del subprefecto o la habitación que servía de oficina. Además necesitaba poco espacio físico, solo el imprescindible para guardar los escasos elementos que se proveían en esas circunstancia: el matasellos, las estampillas postales, algunos sobres y bolsas para despachar a destino las cartas, y algún otro elemento de escritorio.

En cuanto al personal designado para desempeñarse como encargado, apelando a casos similares conocidos, podemos afirmar que, no siempre los nombramientos se hacían en tiempo y forma, porque en general llegaban tarde, pues, por los avatares del servicio, quién estaba designado había partido hacia otro destino y, en realidad, quedaba atendiendo la estafeta otra persona, quizás sin el conocimiento inmediato del lejano Correo en Buenos Aires, que disponía al respecto; todo perjudicado por las demoras de los barcos que llegaban espaciadamente, para comunicar las novedades. También era de práctica que las designaciones fuesen realizadas en la persona del jefe de la Subprefectura, que podía desempeñar el cargo personalmente, o hacerlo por medio de un subalterno, quién también lo suplantaba cuando el titular debía ausentarse.

Otro problema existente en ese panorama ha sido que no todos los movimientos de personal quedaron debidamente registrados. Extravíos de documentos, falta de comunicaciones oportunas y también en ocasiones, ignorancia, despreocupación por lo acontecido en parajes lejanos y casi desiertos, dieron origen a hechos en los cuales había dependencias postales que tanto aparecían como desaparecían, sin dejar rastros en los boletines o registros, pues su tratamiento solo se había realizado en un trámite o expediente, que andando el tiempo se destruía por haber vencido el plazo de archivo reglamentario.

El notable escritor Roberto Payró, al visitar San Juan del Salvamento en 1898, memora en "La Australia Argentina" la presencia de "un poste rojo del correo", o sea un buzón pilar, de los existentes en el exterior de los edificios postales para depositar la correspondencia, aunque en este caso afirma "naturalmente que ni en Ushuaia ni en San Juan se utilizan; pero producen tan buen efecto......", lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta las pocas visitas anuales de los barcos que transportaban correspondencia y, en consecuencia, las cartas se despachaban directamente en la oficina casi sobre la salida de los mismos, cuando no se confiaban a tripulantes o pasajeros conocidos, para ser entregadas en destino con mayor rapidez y seguridad, y ahorrándose de abonar el franqueo.

Con Payró llega el nuevo subprefecto, el teniente de fragata Luis Demartini, asumiendo de inmediato el mismo día 9 de marzo. En ese momento estaba interinamente a cargo del ayudante Nicanor Fernández.

Un tardío decreto del 30 de mayo de 1898, oficializa este cambio para el Correo , nombrándose estafetero en San Juan del Salvamento a Luis Demartini con antigüedad al 31 de marzo, en lugar de Carlos Méndez.

Demartini es reemplazado por el teniente de navío Elías Romero, nombrado por decreto del 9 de setiembre del mismo año, quién permanece hasta abril de 1899, cuando comienza a figurar como subprefecto, el teniente de navío Zoilo Romero.

Su breve gestión, coincide con días de cambio en la isla. El clima era tan inclemente, el ambiente tan duro y los medios tan escasos, que hacia marzo de 1899 finalizó el traslado ordenado tiempo atrás, de llevar la Subprefectura y Presidio Militar de San Juan del Salvamento a Puerto Cook. Solo quedó erguido el faro de punta Lasserre.

Con el cambio de ubicación, también es posible que lo fuera el nombre de la estafeta postal, por "Isla de los Estados", como se la menciona después, aunque hasta ahora no hemos encontrado la resolución administrativa disponiéndolo. Tampoco podemos dejar de expresar nuestra duda al respecto, y que esta denominación haya sido fruto de un equívoco, pues era común nombrar indistintamente San Juan del Salvamento o Isla de los Estados., al referirse a un mismo y único lugar. Incluso en la Guía Postal de 1903, con datos del año anterior, solo figura San Juan del Salvamento.

Además, sin determinar fecha, se menciona a Seguro H. Richardson, como primer encargado de "Isla de los Estados". No obstante la búsqueda efectuada en las listas de revista de la Subprefectura, Censo Nacional de 1895 y otras fuentes, hasta ahora no encontramos a dicha persona actuando en la zona.

Con el traslado de la Subprefectura y Presidio a Puerto Cook, advertimos un continuo movimiento de personal, que permanece poco tiempo en ese destino.

Por decreto del 15 de julio de 1899 se nombra jefe del Presidio al mayor de Ejército Juan Grandón, y la Subprefectura queda limitada a sus tareas. Además, por decreto del 27 de enero de 1900 , se disponen diversas medidas sobre Prefectura, entre ellas el artículo 2do., donde ordena ".......y la Subprefectura de Isla de los Estados, que se denominará en lo sucesivo "Estación de Faro y Presidio".....En las listas de revista de 1900, solo mencionan como único personal al teniente de navío Zoilo Romero, mientras el ayudante Augusto de la Serna registra su traslado a la Subprefectura de Río Gallegos desde el 1o. de enero. Al año siguiente, se lo menciona a Romero como "encargado de construir el faro que se levantará en la isla de Año Nuevo".

Nuestra incertidumbre es, que sucedió entonces con la estafeta postal? . Mientras permaneció en San Juan del Salvamento, los nombramientos recaían sobre el subprefecto. Al trasladarse a Puerto Cook, se modifica la situación con la pronta desaparición de esa autoridad, reemplazada por oficiales de la Marina y el Ejército, que van cambiando continuamente en la custodia de los presos, los últimos de los cuales serán el teniente de navío Segundo Valladares, y el alférez de navío Clodomiro Matheu a quién sucedieron los hechos de diciembre de 1902.

Quizás uno de los últimos encargados de la estafeta fue el ayudante de la Subprefectura Augusto de la Serna, quién por resolución del 23 de octubre de 1901 "se deja cesante del puesto de encargado de estafeta de 25o. categoría en Isla de los Estados" con antigüedad al 1o. de octubre del año anterior. En realidad había sido trasladado a Río Gallegos a contar del 1o. de enero de 1900, habiendo permanecido escasos meses en Puerto Cook . Llama la atención que no se nombrara reemplazante, como era usual en estos casos.

Sabemos que de la Serna perteneció a la Subprefectura de Río Gallegos, de ahí pasó a Bahía Thetis en 1893, lugar donde lo censaron en 1895, indicándose que tenía 29 años, natal de Entre Ríos y que vivía con su esposa y una hija. En 1898 Payró lo encontró como jefe del faro de punta Lasserre, dedicándole unas líneas en su libro. Permaneció allí hasta su traslado a puerto Cook.

El 30 de setiembre de 1902 se clausuró el faro de punta Lasserre y al día siguiente se inauguró el instalado en la isla Observatorio, del grupo de las islas de Año Nuevo.

Poco después comenzó el traslado del Presidio a Ushuaia, en cuyo transcurso se produjo la sangrienta sublevación y fuga de presos del 6 de diciembre de 1902, entre cuyos desmanes estuvo destruir la documentación del establecimiento, y quizás lo que aún pudo existir de la estafeta.

Por resolución del 10 de setiembre del mismo año, el Correo dispone clausurar las estafetas " Isla de los Estados" y "San Juan del Salvamento", en ambos casos por "haber quedado despoblado este paraje desde principios de año, por cuya causa no funcionan desde entonces".

En el libro de reorganización del personal de correos de 1906 comienza a figurar nuevamente San Juan del Salvamento como estafeta, sin que se haya logrado establecer la resolución y fecha que dispuso su reapertura al servicio público, y que nunca llegó a concretarse, quizás al advertir años después esta situación, "por innecesaria" fue clausurada por resolución del 26 de julio de 1916. Quizás esto podría estar relacionado con la instalación hacia 1904 de una fábrica de aceite y acopio de pieles de anfibios perteneciente a la firma Del Viso, de Buenos Aires, que funcionó algún tiempo, pero en Puerto Cook . Sin embargo, los negocios no fueron bien y fue abandonada. Aquí tampoco hallamos una indicación administrativa, que vincule ambos hechos. 

ISLA DE AÑO NUEVO

No obstante carecer de una estafeta, el personal destacado en la isla Observatorio estaba comunicado postalmente por medio de los barcos de la Marina que los ponía en contacto con el mundo exterior, permitiéndoles recibir y despachar su correspondencia. En esos años eran visitantes conocidos y aguardados ansiosamente en cada uno de sus periplos australes, los transportes navales "Santa Cruz", "Guardia Nacional" y "1o. de Mayo ", además de otros ocasionales.

postalanonuevo.jpg

En la memoria anual de 1910, el gobernador fueguino Fernández Valdés informa "el presupuesto asigna a este territorio las siguientes estafetas.....tercera categoría San Juan de Salvamento......donde no existe ningún habitante", y más adelante, agrega "El transporte "Piedrabuena" de la Armada Nacional al servicio de la gobernación mantiene las comunicaciones entre Punta Arenas, Ushuaia, puertos del Beagle, Año Nuevo. Las estaciones radiográficas están terminadas y la de cabo Vírgenes debe terminarse en estos días".

Este último párrafo se refería al programa que venía desarrollando la Marina, para incorporar a su flota el moderno sistema de radiotelegrafía, de gran valor estratégico, que les permitiera comunicarse directamente entre sí, bases y barcos.

Hasta entonces en la Patagonia solo existía el Telégrafo Nacional a cabo Vírgenes, inaugurado en enero de 1903, con oficinas a todo lo largo de la costa atlántica. En aquel tiempo había sido un gran adelanto, pero igual obligaba a los barcos acercarse a tierra, cuando necesitaban enviar y recibir noticias. El nuevo sistema los independizaba ventajosamente en todo sentido. Como los equipos para radiotelegrafía existentes tenían alcances limitados, hizo necesario crear estaciones costeras, en los puntos considerados más útiles y apropiados, en especial el extremo sur patagónico: cabo Vírgenes, Ushuaia y Año Nuevo.

Al elegirse una de las islas de Año Nuevo, se tuvo en cuenta su ventajosa ubicación, como también que ya existían instalaciones propias, que además del faro, incluía el observatorio, cuyos datos científicos, sobre todo los meteorológicos, resultarían muy útiles si eran enviados diariamente a Buenos Aires.

La construcción de la estación radiotelegráfica estuvo a cargo del inspector de radiotelegrafía de la Armada, teniente de navío Pedro L. Padilla, quién llegó el 8 de enero de 1910. Incluyó su correspondiente torre para la antena, de 40 metros de altura sobre el suelo y a 70 sobre el nivel del mar. Para levantarla, fue necesario cavar más de 2 metros en la capa de turba, hasta encontrar terreno firme, donde asentar los cimientos de la torre. Su alcance de radio estaba estimado entre 500 a 700 kilómetros. A fines de febrero comenzó a efectuar sus primeras comunicaciones, obteniendo excelentes resultados, superiores a los esperados, pues recibió despachos trasmitidos directamente por la de Puerto Militar, en las cercanías de Bahía Blanca, situada a 1.770 kilómetros de distancia.

Además del servicio oficial, también en junio comenzó a prestar servicio público al personal destacado allí, al igual que el perteneciente a los buques de la Armada, y viajeros ocasionales que bajaran a tierra, y necesitaran utilizarlo, para lo cual debían abonar la tarifa telegráfica interna establecida por Correos y Telégrafos. Estos telegramas particulares, se trasmitían a la estación Cabo Vírgenes, donde se transferían a la oficina de Correos y Telégrafos del mismo lugar, quién los encaminaba a destino.

Por resolución del 10 de febrero de 1915 se creó la estafeta denominada "Isla de Año Nuevo", cuyo primer encargado fue José Paz, quién revistaba como auxiliar 1o. del observatorio, el cual se clausuró dos años después. No existen datos conocidos sobre otros encargados posteriores. Aquí notamos el error del nombre asignado, porque sabemos que la "Isla de Año Nuevo" no existe como tal, por el contrario, es el asignado a un grupo de islas, al que pertenece la isla Observatorio, donde en realidad se la instaló, y cuyo nombre debió imponérsele.

La estafeta funcionó varios años, figurando aún en la guía de Correos y Telégrafos editada en enero de 1930. Por resolución del 24 de diciembre siguiente, es clausurada con antigüedad al 3 de octubre del mismo año. Esto se produjo, porque previamente se retiró en forma definitiva al personal que continuaba atendiendo el faro y la estación radiotelegráfica, uno de cuyos miembros también estaba a cargo de la estafeta de Correos. 

LA ISLA DE LOS ESTADOS EN LA FILATELIA

LOS MATASELLOS

matasellosanonuevoc.jpg

Son de una gran rareza. Por las razones ya explicadas, fue muy escasa la correspondencia que se despachó, franqueada y matasellada en las estafetas. Solo se conoce hasta ahora una estampilla de 5 centavos, donde quedó estampado "N DEL SALVAME", fragmento de "SAN JUAN DEL SALVAMENTO", y se encuentra en la colección filatélica del Dr. M. Guido Pinasco Acuña. La estampilla estuvo en circulación entre 1889 y 1892 , y por lo tanto la aplicación se efectuó en los primeros tiempos de la estafeta. El modelo de matasellos corresponde a los fabricados y utilizados en la última década del siglo XIX.

El otro testimonio, es una tarjeta postal ilustrada con un alga marina, que tiene adherida una estampilla postal de 5 centavos, emitida en 1917, sobre la cual se aplicó el matasellos doble círculo "ISLA DE AÑO NUEVO / 16 OCT 1917 / (TIERRA DEL FUEGO)". Pertenece a la colección del filatelista Eduardo Premoli.

LOS MEMORÁNDUMS

Consideramos la presencia de Manuel García Fernández al frente de la Dirección General de Correos y Telégrafos durante el período 1898-1904, como una de las más fructíferas en utilizar los enteros postales (tarjetas, memorándums y cartas postales, que tienen la estampilla impresa o expresado de algún modo su valor franqueatorio), para difundir dentro y fuera del país motivos patrióticos, paisajes y aquellos aspectos que permitían exhibir nuestro grado de adelanto.

En esa época la impresión de valores postales se realizaba mediante contratos con la Compañía Sudamericana de Billetes de Banco con sede en Buenos Aires, que siempre se preocupaba y destacaba por realizar trabajos de muy buena calidad.

Como años anteriores, a pedido de las autoridades postales, el 16 setiembre de 1901, el presidente Roca firmó la resolución disponiendo se emitieran memorándums para ser empleados en los envíos de felicitaciones y saludos con motivo de las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Se imprimieron en los valores de 5 y 15 centavos, sobre papel fuerte satinado. En el anverso, llevan la Cabeza de la Libertad, obra de Oudiné, en color verde amarillo para 5 ctvs., y azul para 15 ctvs.

Para el reverso, proporcionadas por la Sociedad Fotográfica Argentina, se utilizaron 54 vistas distintas en dos series: 17 de la Armada Argentina y 37 de paisajes. Cada una de las vistas de paisajes fue impresa en dos colores distintos: unos en los colores castaño, amarillo verdoso, y otros en verde, gris lila.

En total se imprimieron 709.000 de 5 ctvs., y 154.000 de 15 ctvs., poniéndose a la venta el 5 de diciembre de 1901.

De la especie de 15 ctvs., se resellaron 108.126 unidades en noviembre de 1902 para rebajarles el valor a 5 ctvs., poniéndose a la venta al mes siguiente.

Entre los paisajes, se encuentra una fotografía de "ISLA DE LOS ESTADOS - VANCOUVER".

Por lo tanto, de esta vista, entre valores y colores diferentes, existen 6 piezas distintas. 

UN MATASELLOS ESPECIAL

Fue aplicado en Buenos Aires en mayo de 1984, dispuesto por la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos, con motivo del centenario de la instalación de la Subprefectura en la isla de los Estados. 

EL FARO FIN DEL MUNDO-I

Correo Argentino puso a la venta el 31 de mayo de 1997 una serie de estampillas ilustradas con faros argentinos, en los cuales incluyó una dedicada al "Faro San Juan de Salvamento", con valor de 75 centavos, dibujada por Néstor Martín e impresa por la Sociedad del Estado Casa de Moneda en Buenos Aires, por el procedimiento offset, sobre papel sin filigrana y en cuatro colores, citocromía. La ilustración que contiene, no corresponde al que realmente existió, pues si bien el edificio es igual, nunca tuvo el faro elevado que allí se le adjudica. 

EL FARO FIN DEL MUNDO-II

Por su parte el Correo Francés dedicó un sello de 3 francos franceses y equivalente 0,46 euro, al "Le Phare du Bout du Monde" ("Faro Fin del Mundo"), puesto a la venta el 1° de enero del 2000. Fue diseñado por Claude Andréotto e impreso en heliograbado, utilizando los colores beige, amarillo, azul, blanco y negro. La ilustración muestra el faro, como también una reproducción del mismo, construida en La Rochelle (Francia).

NOTA

(1) Aunque lo encontramos nombrado indistintamente "San Juan de Salvamento" o "San Juan del Salvamento", utilizamos siempre la última, por ser el topónimo correcto, salvo cuando transcribimos textos encomillados, donde respetamos la ortografía original. 

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Archivo General de la Nación. Buenos Aires. 
Archivo Histórico de Correo Argentino. Buenos Aires. 
Departamento de Estudios Históricos Navales. Buenos Aires. 
BELZA, Juan E. "En la isla del fuego". 3 tomos. Buenos Aires 1974/77. 
BELZA, Juan E. "Romancero del topónimo fueguino". Buenos Aires 1978. 
BORGIALLLI, Carlos. "Recuerdos de un duende que navegó en la costa Sur: Capitán Villarino" en "La Argentina Austral"(Recopilación 1929-1968). Tomo III. 
BRUMATTI, Humberto "El Correo en la Isla de los Estados" en "Revista Patagónica" No. 50 .Buenos Aires, Julio-Setiembre 1991. 
"Caras y Caretas" No. 603. Buenos Aires 23.04.1910. 
DELUCA, Antonio. "Sellos y otros valores postales y telegráficos argentinos". Tomo II. Buenos Aires 1941. 
"El Factor de Correos" No. 95. Buenos Aires, 10.08.1890. 
GARCÍA BASALO, J. Carlos. "Presidio militar en la isla de los Estados" en "Todo es historia" No. 366. Buenos Aires, enero de 1998. 
"La Nación". Buenos Aires. Colección. 
"La Prensa". Buenos Aires. Colección. 
"Memoria de la Gobernación de Tierra del Fuego". Buenos Aires 1891. 
PAYRÓ, Roberto J. '"La Australia Argentina". 2 tomos. Buenos Aires 1908. 
PREMOLI, Eduardo "El Correo en la Tierra del Fuego " en "Revista de Filatelia" No. 226/227. Madrid (España), Febrero-Marzo 1988. 
"Registro Nacional de la República Argentina" - Años 1895 ,1898 y 1900. 
ROUSSEAUX, Pref. Gral. (R.E.) Andrés R. Le agradecemos el generoso aporte de sus investigaciones y notas, sobre el personal que se desempeñó en la Subprefectura, en la isla de los Estados.
VAIRO, Lic. Carlos Pedro. "La isla de los Estados y el faro del fin del mundo".