CHARLA SOBRE LA ANTARTIDA PARA JOVENES SANTAFESINOS
Especialistas difunden aspectos del continente blanco
Los directores del Museo Marítimo de Ushuaia y de la Escuela de Capacitación Antártica brindaron una charla para los alumnos de la escuela Bustos.
El Año Polar Internacional y las Hazañas Antárticas Contemporáneas, los temas elegidos.
El licenciado Carlos Vairo está de buen humor. Charla con los estudiantes, y los insta a que le respondan al periodista, que los persigue para saber a qué se debe la presencia del director del Museo Marítimo de Ushuaia, en el auditorio de ATE, un lunes a las cuatro de la tarde.
La respuesta es imprevista: "Me invitaron".
Los chicos del 3° polimodal de la Escuela Juan B. Bustos de Santa Fe, organizaron una charla dedicada exclusivamente a la Antártida. Y para no caer en malentendidos trajeron a dos hombres que viven y trabajan en el continente blanco.
El segundo es el coronel Víctor Hugo Figueroa, director de la Escuela de Capacitación del Comando Antártico del Ejército, y tristemente célebre por el rescate de los cuerpos del científico Augusto Thibaud y el marino Teófilo González, quienes cayeron dentro de un campo de grietas del glaciar Collins, el 17 de setiembre del año pasado.
Ambos tienen importantes antecedentes que los respaldan, pero antes que títulos universitarios, cursos, libros, escalafones y cargos, Vairo y Figueroa son dos apasionados de ese mundo silencioso y frío que se conoce por el nombre de Antártida.
Vairo tiene 53 años, es museólogo y piloto de yate. Estudió etnografía marítima, escribió una docena de libros, y desde 1994 está a cargo del Museo Marítimo y del Presidio de Ushuaia.
Su acompañante, Figueroa empezó la carrera militar en sus pagos, en 1979, en la Compañía de Montaña Cazadores de los Andes, de Mendoza. Allí aprendió esquí y andinismo. Es paracaidista militar, instructor polar, y se recibió de licenciado en Ciencias de la Educación. Fue jefe de la Expedición Técnico Científica al Polo Sur Año 2000, y ocupó los principales cargos en las bases antárticas argentinas.
Año Polar
El licenciado Carlos Vairo llegó a Santa Fe para difundir las tareas de la Comisión Organizadora del Año Polar Internacional -Coapi-, de la que el museo que él dirige es miembro, al igual que de la Eco Polar Ushuaia.
En ambas convocatorias, se tratan temas "muy importantes para Tierra del Fuego, la Argentina y el mundo", aseguró el profesional. Por ende, el eje de la charla fue el Año Polar Internacional, -marzo de 2007 a marzo de 2008-.
Hay 150 países involucrados, dispuestos a aprobar más de 10 mil trabajos de investigación, de los cuales aproximadamente 25 tendrán financiamiento nacional. De esa forma, y durante el lapso previsto, se estudiarán los cambios climáticos que se están produciendo en los dos polos.
La grave situación que se vive en el Polo Ártico -donde "se calcula que en 20 años no va a haber más hielo"-, hizo que los especialistas se pusieran a pensar en la Antártida, que también se está derritiendo.
Pero "hasta tanto no se los investigue" no habrá certezas, "por eso la importancia del año polar", volvió a resaltar Vairo. También "tenemos que empezar a no negar la Antártida, y difundirla". Para eso apuntó a "despertar conciencia en los medios", e incentivar a nuestros gobernantes "para que se vean empujados a participar".
No obstante, destacó "las gestiones que se están haciendo" a nivel nacional para que la Antártida vaya ganándose un lugar en las conciencias de la gente, y no sea ya sólo un manchón blanco en el mapa.
Las hazañas
"Vivir en la Antártida es realmente difícil de explicar", dijo el coronel Figueroa, a quien le cuesta "dimensionar la soledad, alejados tanto tiempo de la familia, rodeado de gente de distintas clases sociales, niveles intelectuales y que uno no conoce, donde cada cual se tiene que amoldar al otro".
Como director de la Escuela de Capacitación del Comando Antártico del Ejército, es uno más que se suma a la propuesta de llevar la Antártida a la gente. Su actividad específica desde 1985 "es la preparación, adiestramiento y entrenamiento de las personas que van a participar de la Campaña Antártica de Invierno", durante un año.
Compartir tantos años con desconocidos y en situaciones límite, le enseñaron a "ser positivo y a ayudar al otro en lo que se pueda". Como jefe de base en todos los lugares en los que opera el Ejército en la Antártida supo "entender, ser criterioso y medido" a la hora de afrontar problemas.
Durante la charla, se refirió a las Hazañas Antárticas Contemporáneas, en las que contó su "expedición al Polo Sur en el año 2000, para recibir el milenio". En esa oportunidad, su gloria fue haber llevado "la bandera argentina al punto más austral de la patria".
Por otra parte, refirió el trágico episodio ocurrido el 17 de setiembre de 2005, cuando "cayeron dos camaradas antárticos, cerca de la base Jubany", en la isla 25 de Mayo.
Investigar en la escuela
La charla sobre la Antártida realizada en el auditorio de ATE, estuvo organizada por los alumnos de 3° año `D' polimodal, de la modalidad en Ciencias Naturales, de la Escuela N° 256 Juan B. Bustos.
Silvia Gómez, titular de la cátedra Proyecto de Investigación e Interacción Sociocomunitaria, está a cargo de la investigación que realizan los alumnos.
"Nos puso muy contentos" la visita del licenciado Carlos Vairo y el coronel Víctor Hugo Figueroa, que enterados de que los estudiantes estaban trabajando con temas vinculados a la Antártida, les concedieron el pedido.
En cuanto al trabajo escolar la profesora adelantó que "no nos va a dar el año lectivo para investigar todos los temas" que se plantearon en clases. Y propuso "seguir con otro grupo el año que viene, teniendo como base lo investigado hasta ahora".
Los motivos que la llevaron a orientar a sus alumnos a estudiar la Antártida, fueron la poca difusión y escasos conocimientos que tienen los jóvenes sobre esa región del país. Además dijo que "resulta intrigante estudiar la Antártida, y por eso motivar a los chicos ha sido muy agradable".
Rescate en el hielo
El coronel Víctor Hugo Figueroa estuvo a cargo del equipo de rescate del Ejército argentino, que en septiembre de 2005 montó campamento cerca de la grieta en el glaciar Collins, donde cayeron dos militares argentinos y tres chilenos. Las búsqueda duró 40 días, y en varias ocasiones fueron los propios rescatistas quienes arriesgaron sus vidas para cumplir con la promesa de regresar con los restos de sus camaradas. Las temperaturas alcanzaban los -20°, y los vientos superaban los 60 km/h en el glaciar. La grieta a la que cayeron tenía 12 metros de largo por 4.5 m de ancho; el primero en bajar recorrió 110 metros y no pudo ver el fondo
De la Redacción de el diario El Litoral de Santa Fe
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