Esta muestra está compuesta por una selección de acuarelas que capturan, con sensibilidad y oficio, la vastedad de los paisajes fueguinos.
Cada obra es una contemplación detenida del territorio, una pausa entre el viento y el silencio, donde el agua y el pigmento se funden para revelar la esencia de montañas, cielos y costas. A través de transparencias sutiles y trazos espontáneos, el artista construye escenarios que, más allá de la representación, evocan estados emocionales ligados a la experiencia de habitar el sur.
En este recorrido, el espectador se sumerge en una geografía íntima, donde lo natural se transforma en lenguaje. Las acuarelas no sólo muestran lo que se ve, sino también aquello que se recuerda, se sueña o se presiente. Así, cada imagen invita a ser leída como una forma de permanencia en el paisaje, una manera de escucharlo.
Sobre el artista:
Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 3 de noviembre de 1964, Claudio Alejandro Fernández es abogado de profesión, pero desde muy temprana edad mantuvo una vocación latente por el arte, lo que lo llevó a incursionar en distintos ámbitos del dibujo y la pintura.
Con una formación básica en dibujo técnico e industrial, a mediados de los años ochenta cursó asignaturas afines a las carreras de Arquitectura y Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, decidió abandonar dichos estudios para comenzar la carrera de Derecho, que ejerce profesionalmente hasta la actualidad. A pesar de ello, el arte siempre estuvo presente en su vida, y fue imposible soslayar ese llamado. Por ello, se perfeccionó en ilustración, caricatura y dibujo humorístico con maestros como Carlos Garaycochea, Néstor Ibáñez y Eduardo Ferro, entre otros, participando en diversas publicaciones y exposiciones colectivas.
Durante la década del noventa, las técnicas del humor gráfico derivaron naturalmente en la experimentación con aguadas, descubriendo con fascinación los efectos del agua y los pigmentos, lo que lo llevó a dedicarse casi con exclusividad a la acuarela. Luego de ampliar su experiencia en talleres de la Ciudad de Buenos Aires, a fines del año 2001 se radicó con su familia en la ciudad de Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego, donde el paisaje fue, desde entonces, la principal motivación de sus obras.
Los trabajos de este período tuvieron un carácter formativo, y con esa finalidad estableció contacto con acuarelistas internacionales de habla hispana, lo que le permitió intercambiar ideas, enriquecer su técnica y conocer la labor de destacados artistas. El acompañamiento de sus maestros —en especial, Eduardo Nicolai— y la constante búsqueda de perfeccionamiento fueron fundamentales para el desarrollo de un estilo propio y para avanzar en el camino de la acuarela, un terreno en el que nada es definitivo y en el que el aprendizaje es permanente.
Actualmente, participa de manera activa en talleres y exposiciones tanto a nivel nacional como internacional, lo que le permite mantenerse en contacto con artistas de distintos niveles y acceder a las últimas tendencias, materiales y técnicas. Continúa creando, aprendiendo y compartiendo su experiencia a través de los distintos talleres y seminarios que dicta.